
Los tipos de tornillos autoperforantes y autorroscantes son de los sistemas de fijación más utilizados para la fijación de materiales. Y aunque tienen sus similitudes, son 2 elementos distintos que cumplen diferentes funciones.

Tornillos autorroscantes
Uno de los tipos de tornillos más populares, las pijas autorroscantes simplifican el montaje de materiales, eliminando la necesidad de crear una rosca en el material base. Por su forma y diseño, un tornillo autorroscante corta y deforma el material a medida que se introduce, formando una rosca hembra.

Tornillos autotaladrantes
Un tornillo autoperforante es una variante de los autorroscantes, que cuentan con una punta de broca diseñada para taladrar el material base durante su instalación. Al introducirse, estos tornillos también crean su propia rosca en el material base.
Las pijas autotaladrantes aceleran el montaje de materiales, ya que este tipo de tornillo crea un orificio a la vez que sujeta el material, sin necesidad de un paso previo.

3 principales diferencias entre tornillos autorroscantes y autotaladrantes
Aunque pertenecen a la misma categoría, estos son 2 tipos de tornillos que cumplen distintas funciones y hay que saber diferenciarlos. La principal diferencia entre un tornillo autoperforante y un tornillo autorroscante es su diseño, que determina su aplicación y el resultado que dará.
Como consecuencia de su diseño y uso, existen 3 principales diferencias entre estos tornillos que analizaremos a continuación:
#1 Los tornillos autorroscantes requieren un orificio piloto
Una de las principales diferencias entre estos tipos de tornillos es que la mayoría de los tornillos autorroscantes requieren de un orificio piloto para introducirlos en el material base. Esto se debe a que este tipo de tornillo no cuenta con una punta de broca que taladra el material como los autoperforantes.
Por otro lado, un tornillo autoperforante no requiere de un orificio piloto, ya que taladra el material base mientras se introduce.
#2 Los tornillos autotaladrantes son más rápidos de instalar
Utilizar un tornillo autoperforante ahorra tiempo en el montaje, ya que no se necesitan orificios previos para fijar las distintas piezas. Al instalar estos tipos de tornillos se perfora y se sujeta a la vez, reduciendo la carga de trabajo y el tiempo dedicado.
Y además, estos tornillos también reducen los errores durante una instalación. Gracias a su punta de broca, los tornillos autotaladrantes crean el orificio del mismo tamaño que el sistema de fijación que se utilizará, por lo que no habrá preocupaciones por el diámetro del agujero creado. Así se reducen los errores y correcciones, pero también se garantiza una sujeción más precisa y segura.
#3 Los tornillos autorroscantes son más versátiles
El principal objetivo de un tornillo autorroscante es crear una rosca en el material base sin la necesidad de crear una rosca previa. Y para hacerlo correctamente, es necesario contar con muchos tipos de tornillos distintos que se ajusten a diversos materiales como: madera, chapa, plástico, entre otros. Debido a la diversidad de tipos de tornillos autorroscantes que existen, se trata de un sistema de fijación muy versátil y que se adapta a una amplia variedad de aplicaciones.